Add parallel Print Page Options

La caída del ser humano

La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que le preguntó a la mujer:

―¿Es verdad que Dios os dijo que no comierais de ningún árbol del jardín?

―Podemos comer del fruto de todos los árboles —respondió la mujer—.

Read full chapter